Canadá se convirtió esta semana en el segundo país del mundo después de Uruguay y el primer país del G20 -el grupo de naciones con las mayores economías del mundo, por legalizar la posesión y el consumo de cannabis recreativo. Un estudio argumenta que un tercio de los canadienses jóvenes consumen cannabis, gastan cada año alrededor de 6.000 millones de dólares (4.650 millones de euros) en la compra ilegal de cannabis, y la legalización del consumo podría hacer aflorar a ese segmento de la economía sumergida. Según algunas estimaciones, la industria del cannabis podría crecer hasta tener una facturación de 3.000 millones de euros anuales en los primeros tres años tras su legalización. Al reconocerlo oficialmente, ese sector podrá acceder a créditos de los bancos, e incluso a cotizar en bolsa. De hecho, en la bolsa de Tronoto ya existen empresas comercializadoras de derivados del cannabis y hasta fondos cotizados (ETFs, un producto financiero muy popular al otro lado del Atlántico) especializados en invertir en el sector. Con el actual proceso legislativo, las acciones y los activos de esa industria están viviendo un boom.
Después de esto la locura era de esperar. Las largas colas forman el jueves antes de que las tiendas de cannabis en Canadá, ya hubieran atacado el miércoles en el primer día de la legalización histórica, mientras que la escasez comienza en varias provincias.
Varios consumidores ya habían probado suerte el miércoles, pero finalmente no pudieron acceder a las tiendas de la Sociedad de Cannabis de Quebec (SQDC), a pesar de varias horas de espera.
Ya sea legalizada o no, las autoridades canadienses han dejado claro que conducir mientras se fuma cannabis sigue siendo ilegal: la policía de Winnipeg (centro) ha publicado una multa de $ 672 ($ 448) en un automóvil por marihuana en Twitter . Se impuso a un conductor que fumaba mientras conducía por una carretera de Manitoba unas horas después de que entrara en vigor la nueva legislación.
En 2017 La legalización del cannabis recreativo se debatió y votó para su aplicación el 17 de octubre del 2018. La ley permite el uso recreativo del cannabis que fue aprobada por la Cámara de los Comunes de Canadá en noviembre de 2017. De hecho, la Comisión Mundial sobre Políticas de Drogas ha demostrado que los mercados ilegales y violentos son el resultado inevitable de la naturaleza ilegal de la marihuana. Por lo tanto, son estos problemas derivados del tráfico los que llevaron al país a legalizar el cannabis. Además, se ha encontrado que incluso medidas más estrictas no tendrían efecto dado el tamaño de este mercado ilegal. Tenga en cuenta que le cuesta al estado $ 1 mil millones para hacer cumplir la ley por parte del poder judicial y la policía sin que haya descensos flagrantes en el consumo de cannabis.
Por otro lado, Columbia Británica tiene una actitud bastante fría hacia la iniciativa. Encajada entre esas dos provincias está Alberta, la más partidaria del nuevo marco legal (tal vez para compensar con la venta de marihuana y hachís la caída de los ingresos por el petróleo).
¿Cómo se mira Colombia?
Ahora los ojos puestos están en Colombia por lo que para el país lo que ha ocurrido en Canada es un legado. Los dos países colaboran desde hace más de 40 años en el ámbito de la cooperación para el desarrollo integral a través de sus programas políticos, comerciales, de desarrollo, de paz y seguridad. En 2017, el comercio bilateral de mercancías alcanzó CAD $1.73 mil millones, convirtiendo a Colombia en el 5to socio comercial bilateral más importante para Canadá en América Latina. En 2017, Colombia también fue el 3er mercado de exportación más grande para Canadá en América del Sur con exportaciones de mercancías valoradas en CAD $745,8 millones. No obstante, en Colombia el uso medicinal del cannabis es legal y hasta el momento se han otorgado 70 licencias para uso de semillas y cultivos de plantas psicoactivas y no psicoactivas. Por ahora están pendientes los registros del ICA sobre las especies que se cultivarán y los certificados del Invima para fabricación de derivados.
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